"La publicidad y los géneros"
La publicidad: ¿Una cuestión de género?
En esta nota les quiero contar sobre los roles
sociales, tanto el de la mujer como el del hombre, dentro de la publicidad, y
como fue transcurriendo durante los años. Nos ubicaremos a partir del año 1950
en adelante, analizando algunas publicidades de aquella época y de la
actualidad.
Me parece un tema importante para hablar y reflexionar sobre una cuestión que todavia sigue existiendo, y que lamentablente, lo tenemos muy naturalizado.
A través de diferentes ejemplos iremos viendo en qué se
sigue asociando la mujer en las tareas del hogar y con la maternidad y en que
se la representa como objeto de deseo, como objeto decorativo que forma parte
del producto anunciado. Mientras que a los hombres se les muestra mayormente
como modelos del éxito profesional, la estabilidad, la fortaleza...Aunque como
se podrá observar, tampoco se libran de los estereotipos sexistas.
Todos recibimos consciente o inconscientemente cantidad de mensajes publicitarios que nos impactan
de diferentes maneras, ya sea en la radio,
en la televisión, en internet, etc.
Ha medida que los años han pasado y la tecnología
fue revolucionando, el hombre ha adquirido varios conocimientos, pero también, condicionamientos. Por ello,
es importante utilizar la igualdad y los valores sociales, que muestren a las
mujeres y a los hombres lejos de los roles de superioridad entre ellos.
Actualmente, pesa mas el deseo de vender, que inculcar valores e igualdades.
Los roles femeninos y masculinos en los mensajes
publicitarios
¿qué es un rol social?
Cuando
hablamos de esto, nos referimos a ciertas funciones, normas, comportamientos y
derechos definidos social y culturalmente que se espera que una persona cumpla
o ejerza de acuerdo a su estatus social adquirido o atribuido.
El rol social
puede ser adquirido a raíz de un determinado comportamiento o atribuido, como
una etiqueta que la sociedad nos impone por diferentes motivos, y como ha
ocurrido históricamente con el papel de la mujer y que suele ser difícil de
desterrar.
Dentro de la publicidad, tanto a
los hombres como a las mujeres se les ha “etiquetado” de
diferentes maneras, reflejándose en los medios de comunicación. Siendo así, un
reflejo mismo de la sociedad, y por eso, cuando vemos ciertas publicidades nos
sentimos identificados o sentimos que es parte esencial de nuestra vida
cotidiana.
A pesar de que el discurso publicitario ha evolucionado
mucho en los últimos años, uno de los roles
femeninos más representados en el mismo es el de ama de casa.
Si hablamos de las publicidades del pasado, era completamente normal que la mujer
apareciese reflejada en la publicidad realizando
únicamente el papel de ama de casa, madre y esposa, dependiente del hombre y no
en otro papel que no sea este. Si bien
actualmente existen publicidades donde a la mujer se la ve en diferentes tipos
de publicidades, aún uno de los roles más representados
por la mujer en publicidad sigue siendo el de ama de casa.
Según el estudio La publicidad del sector de limpieza: Modelos y representaciones de género, publicado por el Consejo Audiovisual de Andalucía en 2007, en los anuncios de productos de uso cotidiano: productos de limpieza, alimentación, la mujer sigue siendo la principal protagonista; un 79% de los anuncios de este tipo de productos reproducen estereotipos sexistas porque presentan explícita o implícitamente a la mujer como la encargada de ejecutar estas tareas.
Publicidad 1:
En la siguiente campaña Heineken
podemos notar que se explotan algunos de los roles tradicionales tanto
masculinos como femeninos.
Acá vemos a un grupo de mujeres que se emocionan al
ver un vestidor con mucha ropa, zapatos y otras cosas. Y en el caso del hombre,
pasa lo mismo, solo que se hace referencia al producto principal, la habitación
refrigerada llena de cervezas.
Entonces, lo que esta publicidad nos quiere
decir, es que básicamente la mujer es considerada como superficial, compradora
compulsiva e incapaz de controlar las emociones. En cambio, al hombre, como si necesitaran consumir alcohol para relacionarse con sus amigos y sentirse
realizados.
Publicidad 2:
En las siguientes publicidades podemos ver que, a pesar de que han pasado
mucho tiempo, la diferencia es escasa: en ambos el producto aparece asociado a la imagen femenina como la principal de este tipo de electrodomésticos, que la harán ser más feliz. Si bien en el anuncio actual vemos a una mujer moderna y más independiente, no se corresponde con la realidad porque sigue mostrándonos un ideal femenino de belleza a través de la imagen de una modelo.
En estos dos ejemplos vemos
publicidad de detergentes de dos marcas diferentes. La mujer, como ama de casa,
es la encargada de elegir el detergente con el que se lava la ropa de toda la familia y de nuevo la
figura masculina brilla por su ausencia. Diferentes épocas, mensajes idénticos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPScGNgY7v0RIQBfbnlcruCcOXI-oaQkC1eZw-Bm_TaS76CjN5epQwyUwSiM6y0IrCNKEsTcPFGysaKqC9DKgm0s4kJeLTJMtIo9ceB6iU0nV9VSdNp6baUh26u8VQuZCWvEGh-dY8LDE/s320/fb4de0d044d8d327d60333147cd2a513.jpg)
Publicidad 4:
En los siguientes casos, se usa
para vender los diferentes productos a la mujer o alguna de las partes de su
anatomía sin ningún tipo de justificación ni vinculación con el producto.
En el de McDonald’s, se asocia la
marca a una parte del cuerpo femenino, que pasa a formar parte de la misma,
incorporándose al logotipo de la firma, con el objetivo de fijar esta relación
en la mente del consumidor.
Publicidad 6:
También es cotidiano ver a las mujeres en posiciones
de inferioridad respecto a los hombres:
En mi opinión, puedo destacar que se está reduciendo cada vez más la
distancia entre lo masculino y lo femenino, pero, aunque la sociedad avanza,
vemos que, la mujer sigue siendo utilizada y vinculada en ciertos roles
sociales para vender productos. Sin embargo, ¿por qué siguen existiendo si
muchas veces generan malestar social? Debemos
reflexionar sobre este tema y fijarnos en aquellas campañas que son capaces de
vender sus productos sin mostrar una imagen que afecte la imagen tanto del
hombre como de la mujer, en aquellas campañas que no nos intentan convertir en
esclavos y esclavas de ciertos productos porque nuestra imagen no cumple los
cánones que nos muestran los medios de comunicación. Debemos fijarnos en las
campañas que buscan fomentar la igualdad para influir en una sociedad que
todavía discrimina en función del sexo, ya que los mensajes responsables
contribuirán a desarrollar una sociedad más comprometida, justa e igual.
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