¿Y de ellos quién nos cuida?
El pasado 27 de noviembre un nuevo homicidio por parte de la policía sacudió la guarida del silencio. Esta vez, cinco balas le arrebataron la vida a Kevin Ezequiel Gómez, un joven de 20 años que vivía en Las Flores, en el sudoeste de Rosario.
Este accionar no es novedoso, incluso tiene nombre y es GATILLO FÁCIL. Son hechos sigilosos, guardados en una nebulosa de silencio y cinismo cómplice. Es curioso que, siguiendo la cantidad inmensa de casos, la gran mayoría de las víctimas son de barrios humildes y particularmente son jóvenes (o, bueno, quizá, no tan curioso).
“El origen del gatillo fácil se remonta a principios del Siglo XX y pega un salto enorme a nivel mundial, con el surgimiento del llamado Estado neoliberal, en el que un sector importante de la sociedad se convierte en precaria, en desocupada o directamente en pobre urbana. A este sector de la sociedad se le ofrece, en el mejor de los casos, asistencia social y en el peor de los casos, directamente violencia policial, gatillo fácil. Esta es la explicación del crecimiento de los casos y por la cual se aumenta la presencia de las fuerzas represivas en las barriadas del pueblo trabajador”, dijo Carla Lacorte, sobreviviente de gatillo fácil.
Según la CORREPI -Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional-, los casos de gatillo fácil datados desde 1983 hasta mediados del 2020, suman 7587.
El 27 de noviembre fue Kevin, el 17; Lucas Gonzalez de 17 años; el 14 de junio de 2014 en Luján de Cuyo, Mendoza, Andrés García Campoy murió a manos de los gendarmes Maximiliano Alfonso Cruz y Corazón de Jesús Velazquez; el 1 de agosto de 2017 la desaparición forzada de Santiago Maldonado seguida de su muerte; en el mismo año que Santiago, el 25 de noviembre el mapuche Rafael Nahuel, con 22 años al momento de su deceso. Y así más, y así miles de casos más, así, con la complicidad de los medios, apañados por estados neoliberales, fomentados incluso por estos, viajaron y aun viajan en un desinterés casi colectivo 7578 asesinatos por parte de las fuerzas de seguridad.
Comentarios
Publicar un comentario